Desnudando el alma
La pluma,
llena de belleza con su fragante sutileza,
lleva puesta una armadura,
no existe nada en el mundo que pueda esconder su dulzura.
Se posaba sobre el suelo y en su propio reflejo,
dentro del océano de su interior, volvió a la marea,
sintió un cálido palpitar sumergiéndose en olas
llenas de presente, resurge entre llamas como
si de un ave fénix se tratara.
Suave brisa sobre sus delicados plumajes
se convirtieron en aliento, que atrapado
en un pensamiento, lucha por hacer eterno el
sentimiento.
Sensación donde pudo acariciar el cielo,
sintió la delicadeza de su esplendoroso amor.
Voló hacia lo más alto posándose en abrazo eterno,
respetando y amando todo su interior, floreció, creció y sintió
que no volvería a caer, siempre vuelve en cada amanecer,
brillando de nuevo una y otra vez.
Un corazón real que no en cualquiera se puede encontrar,
es imposible de quebrantar y difícil de olvidar. Será eterna
protegida, guardada, guiada y alumbrada por el alba.