Mi pequeña calabaza
Muere octubre, recibo su foto:
¡Mi diminuta calabaza
de grandes ojos almendrados!
Semblante risueño, sendas cerezas sus labios.
Se abren las compuertas de mi tórax,
de par en par, vibra el corazón excitado.
Mi pensamiento mece su cuna,
su nombre mece mi ánimo:
“Iris tris tras, tris tras.
Iris tris tras, Iris …”
Pelo de yema aún parvo.
Es su tenue resuello
melodía sotto voce de soprano.
Un ángel besa su sombra,
un hada besa sus párpados.
Alma limpia, aroma de loto,
tez de chantillí, coloretes sonrosados.
“Iris tris tras, tris tras.
Iris tris tras, Iris …”
Su primer Halloween, mi calabacita,
Cuerpecito de nube, arrumaco.
Marifeli Sánchez Crespo
Redondo